jueves, 18 de agosto de 2016

El Zika, el Dengue y la Culpa



Por: Ramón Zamora Rodríguez
Un brote autóctono de virus Zika y Dengue hemorrágico en el Reparto Nuevo Llano en la ciudad de Holguín, tiene en permanente movilización a directivos y trabajadores del Ministerio de Salud Pública en el territorio, aplicando diferentes medidas para detectar y luego erradicar las fuentes de infección, acciones que lamentablemente no han impedido su propagación hacia los repartos Alcides Pino, Harlem, Vista Alegre y con casos sospechosos en otros.
Los diversos medios de prensa oficiales, en escuetas notas informativas, anunciaron a la población del brote de Zika  con dos casos comprobados, información que dista mucho de la realidad. Y es que en ese eterno afán de mantener desinformado al pueblo, como siempre hacen, no dieron las cifras exactas y que en el caso del Zika hay ya diecisiete casos confirmados como positivos, además de diez sospechosos que se remitieron para su estudio en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK) y sesenta y tres de dengue hemorrágico.
La situación alcanza niveles tan alarmantes que varios policlínicos como el Mario Gutiérrez Ardaya y el Pedro del Toro en la ciudad no están prestando servicios y solo se atienden las urgencias con un personal mínimo, todo el personal esta movilizado en las calles. Varios consultorios como el número 9 en calle 27 entre 34 y Pepito Tey y el número 10 en calle 34 entre 27 y Pedro Heredia  ambos en el Nuevo Llano, se han activado como puestos de mando y que para la ocasión se les renovó el mobiliario, la carpintería y la pintura. El ministro de salud se trasladó hasta  la ciudad con un grupo considerable de asesores, para dirigir personalmente las acciones.
A quienes estén infectados se les hospitaliza en salas habilitadas en el Clínico Quirúrgico y el Hospital Pediátrico, donde comienza una verdadera odisea para pacientes y familiares, teniendo  que llevar todo tipo de avituallamiento. La alimentación es pésima y mal elaborada, Consiste en arroz, huevo hervido o picadillo de soya, un agua de calabazas  que jocosamente le llaman “sopa” y boniato. El baño es un horror, sin ninguna higiene, donde hombres y mujeres deben hacer fila para hacer sus necesidades al tener que compartir el mismo sanitario más de 70 pacientes de dos salas. Se les acuesta debajo de un mosquitero, con los colchones en mal estado, las sabanas llenas de manchas repulsivas y sin que se les administre ningún medicamento, sofocados por el calor al no tener ventiladores en las salas.
Hospital Clínico Quirúrgico
Lo paradójico del asunto, el colmo de la hipocresía y la doble moral es que las autoridades sanitarias, el Partido Comunista y el Gobierno en las voces de sus máximos representantes en la provincia, le endilgaron la culpa de todo a  los residentes de estas zonas. Repartos que en estos 58 años de gobierno “Democrático y popular”, ¡jamás! Se ha invertido un centavo en infraestructura hidrosanitaria, en pavimentar las calles o en la recogida de desechos sólidos diariamente. El tiempo que transcurre entre reportar una fosa de aguas negras para sanear, demora cinco meses como mínimo.
Baños Hospital Clínico Quirúrgico
La población no sabe si tanto revuelo y gastos de recursos ha tenido algún resultado, ya que los medios de información mantienen un silencio absoluto sobre el tema, para colmo de males las autoridades gubernamentales, han decidido celebrar los carnavales, como recordatorio al pueblo de que lo importante para el gobierno es exprimirles los bolsillos y dejarlos sin dinero,
aunque la epidemia cause estragos impredecibles. También para que con la mente embotada por la fiesta y la bebida se olviden de la agobiante existencia en esta tierra ayer “la más hermosa que ojos humanos vieron” y hoy tiranizada, violentada, amordazada y olvidada de Dios.    

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