jueves, 18 de agosto de 2016

¿Estado de Bienestar o de Necesidad?



Por: Ramón Zamora Rodríguez
A más de cuatro millones de dólares asciende el  gasto de las obras que se ejecutaron en la provincia Holguín durante el primer semestre de 2016, y otro tanto se ejecuta hasta concluir el año. Todas ellas destinadas al turismo, la recreación y el comercio.
Terminal La Molienda (Vista Carretera Central)
El Gobierno y el Partido Comunista en Holguín anunciaron, con gran despliegue propagandístico, la apertura o reapertura de  varias obras “de gran impacto social”,  en saludo al 26 de julio, pero llama la atención que ninguna de ellas es una vivienda o escuela. La emblemática terminal de ómnibus La Molienda lugar donde bien pudo el Gobierno edificar un moderno y confortable edificio de viviendas, para paliar un poco la precaria y caótica situación habitacional del territorio, está siendo convertida en un complejo de tiendas recaudadoras de divisas.
 
Terminal La Molienda (Vista calle Comandante Fajardo)
Muchas de las personas que en el año 2008, durante el paso del huracán Ike, sus viviendas fueron afectadas de forma total, están viviendo aún en las eufemísticamente llamadas “facilidades temporales” o en albergues, y el Gobierno dice no tener los recursos necesarios para que puedan reconstruir sus casas, y la “ayuda” otorgada a unos pocos es un crédito bancario que los endeudará por muchos años. Entonces, como justificar el enorme gasto en obras que benefician a  unos pocos, mientras que amplios sectores de la población mirarán hacia esos lugares como Moisés la tierra prometida, la verán de lejos pero jamás podrán entrar.          
Club Bariay
El club Bariay, un Hotel y dos cafeterías en divisas, tres restaurantes, dos TRD, el Jazz Club, una tienda especializada en rones y vinos en divisa, y otros de similar naturaleza, hacen una lista bien extensa de las obras concluidas. No se invirtió ni un centavo en ninguna de las tantas escuelas en estado técnico-constructivo crítico, ni en las calles de la ciudad donde es casi imposible transitar por la cantidad de baches, ni en una red de  alcantarillado que le hace falta a tantos repartos insalubres de la ciudad de los parques, donde los niños juegan en medio de aguas fétidas y negras que corren cual ríos. 
Club Bariay
Es imposible para un trabajador honrado llevar a su familia un día a comer en alguno de estos lugares, donde una sencilla comida cuesta unos cien pesos por persona. Mientras se continúen percibiendo salarios con un nivel adquisitivo tan bajo, mientras el Estado, el Gobierno, las Empresas y las Corporaciones continúen en esta danza diabólica buscando las formas, modos y medios de sacarle al trabajador todo el dinero posible, el pueblo estará obligado a vivir del cohecho, el robo, la prebenda,  la extorsión y cuanta otra forma exista de buscar el  ansiado bienestar elemental, al que todo ser humano tiene derecho. Con salarios que no llegan a los 500 pesos, ¿que pueden comprar para un mes o a donde pueden ir un ingeniero, un arquitecto, un abogado o un economista?. Vive mejor un panadero que, además de su salario,  puede vender de forma ilícita harina, aceite, azúcar, levadura, galletas o panes. 
Restaurante Creación
Cuanta pobreza, mendicidad, marginalidad, insatisfacción y sueños truncos hay en este pueblo doliente y sufrido, que al igual que Sansón es fuerte pero ciego, ¡ay de los filisteos cuando el pelo le crezca!; Mientras las autoridades Gubernamentales, bajo la orientación del Partido Comunista, declaran que existe un estado de bienestar general que cada día va en aumento, la realidad dista mucho de ello y ciertamente lo que existe es un estado de necesidad que crece a ojos vistas y que es silenciado por la prensa oficialista.   

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