Más que una aparente quiebra económica gubernamental, los constantes y tediosos cortes eléctricos, la crisis alimentaria, la falta constante de medicamentos, el aumento alarmante de muertes y enfermos por Dengue hemorrágico, leptospirosis, diarrea, vómitos, sarna y enfermedades cardio respiratorias, entre otras, sumado a la falta de ambulancias e insumos en hospitales y policlínicos, parece obedecer más a una venganza, un castigo, una tortura al pueblo por parte del régimen Castrista en respuesta a las protestas populares del 11J, pues el régimen se mantiene de brazos cruzados ante las calamidades que sufre el pueblo.
Basta con una mirada crítica a los micro vertederos que el mismo régimen ha creado en diferentes partes dentro de la ciudad, a conciencia del riesgo biológico grave que esto trae a la población, para entender que esto no es más que una guerra gubernamental contra la salud y vida del pueblo que no entiende la magnitud del peligro que esto acarrea, los vertederos fétidos y con grandes cantidades de desechos sólidos a escasos dos o tres metros de las viviendas, de puntos de venta de agua potable, guarapera, kioscos de ventas de carne y otros productos alimenticios, expuestos a la contaminación por bacterias a razón de las inmundicias en estos vertederos que parecen ser eternos dentro de la ciudad.
El nulo trabajo de la dirección de higiene y epidemiología y el abandono gubernamental para evitar invertir en productos contra los roedores que pululan por todos lados e invertir en una campaña seria contra el mosquito son muestras irrefutables de que el pueblo a la vista de la dictadura, no es más que el medio para permanecer en el poder mantenidos como reyes persas por un pueblo dócil, sumiso, que solo sabe obedecer las órdenes de sus amos parásitos a costa de sus propias vidas.
