Sacrificios letales por los derechos.

Por: Ramón Zamora Rodríguez. Todo estado se encuentra en la obligación de velar por los derechos del pueblo del cual dimana todo su poder. En Cuba este maravilloso pensamiento se encuentra muy lejos de ser una realidad, muchos son los que consideran al gobierno cubano, como paladín de los derechos del hombre, claro, que generalmente quienes profieren tales malas palabras, están muy lejos de ponerse tan solo un zapato de los que gimen llantos de dolor e impotencia, están muy lejos de los que no cuentan con las maravillosas tecnologías que hoy sostienen al hombre en todos sus espacios, además de no tenerse que romper la cabeza por ponerle una adecuada alimentación a sus hijos, y el vestuario no es una preocupación, como tampoco lo es su salario, y de seguro, sobre todas las cosas, que no cargan con el tormento de tener que vivir en el silencio, pues romper el silencio en Cuba es igual a romper con toda clase imaginable de libertades, si además agregamos el dolor de los tantos que no tienen un techo, bajo el cual cobijarse del sol, las lluvias y del sereno. Los que abogan por el gobierno impuesto hoy en cuba, no conocen ni tienen idea de estos dolores y tantos más. El gobierno dictatorial de los fraudulentos hermanos castro, siempre se han ingeniado un fuerte cumulo de mentiras bien disfrazadas, para esconder del mundo los fuertes y dolorosos latigazos que levantan el grito lastimero de hombres, mujeres y niños, hay mil clases de látigos, y el cubano los conoce todos, hay mil formas de esclavitud, y el cubano las conoce todas. Hay miles de escuelas casi destruidas, donde de tantas planificaciones en la metodología, la enseñanza es mediocre en casi todos los niveles. Los Hospitales, que no están divorciados del deterioro y de la falta de recursos, son líderes de la iatrogenia y del vergonzoso servilismo al gobierno, cuando en realidad el primer deber es el de servir incondicionalmente al pueblo, y esto se apoya sobre la base del demencial ahorro de materiales gastables, la carencia de soluciones antisépticas como iodo povidona , y el absurdo racionamiento del esparadrapo y bisturí, y la catastrófica falta de nuevos instrumentales quirúrgicos, pues la mayoría en los salones de operaciones están en pésimas condiciones o en notable falta, la despreocupación por el abastecimiento de materiales y equipos entre otros por parte del gobierno, entre ellos el material de radiología que ha estado ausente por más de 6 meses, además de los materiales para pruebas de laboratorio. El enajenamiento actual del gobierno cubano sobre el pueblo ciego y sordo de cuba, ha tocado el pináculo de los abusos y del exceso de leyes que indiscutiblemente están en total detrimento del desarrollo del país, donde todo se ajusta con el único objetivo de mantener una sola cosa, una casta castrista y un sistema totalmente obsoleto y anquilosado, donde año tras año han creado mil proyectos y locas reformas que no llegan a nada sostenible, a no ser la carente y sufrida situación que en silencio llora el pueblo cubano. ¿Cuántos son los que sufren prisión por el solo hecho de disentir con el régimen imperante en cuba, donde muchos son los que tienen que plantarse en suicidas huelgas de hambre para que sean liberados hombres y mujeres que su único delito es el reclamo de las libertades que nos han sido robadas, como en el caso de Luís Enrique Lozada Igarza en Santiago de Cuba, que un grupo de personas a lo largo y ancho de la isla le siguió su ejemplo de plantados en huelga de hambre a un numero de más de 63 personas incluyendo su esposa e hijo?. Y qué decir del difícil problema de viviendas que abraza al pueblo cubano hasta el mismo umbral de la muerte, como en la penosa situación de Luís Enrique Santos Caballero en Santa Clara, quien permaneció en recia huelga de hambre por un grave espacio de 55 días, reclamando solamente ser acogido en un albergue o cualquier cosa que le sirviera para no seguir penosamente durmiendo en las calles y casas de amigos con su esposa, solo por no tener una vivienda ni oportunidad alguna para comprar o hacerla. Pero solo la mano de Dios se tendió sobre Luís Enrique Santos para ser librado de la horrible muerte que le propinaba el gobierno cubano, cuando cuba envío y fue descubierto un cargamento bélico oculto en un barco por más de 10 mil toneladas de azúcar todo proveniente de la isla con destino a corea del norte, con el supuesto argumento de que serian reparados, no sabemos con qué fin, pues los únicos enemigos que tenemos son (los Estados Unidos) y son tan malos, que tanto gran mayoría del pueblo cubano, como el mismo gobierno de cuba, viven gracias a las remesas que se envían a familiares y amigos desde donde están nuestros terribles enemigos, exactamente para donde casi toda Cuba pretende emigrar, solo los ilusos creen ese cuento de feroces enemigos, de supuestos hostiles bloqueos contra Cuba, donde solo el régimen se aferra a crearnos enemigos y queda demostrado que no velan por la seguridad nacional como según pretenden dar entender, no velan por la paz del pueblo de Cuba, pues de ser así, es más fácil, si no se tiene el personal calificado para reparar estos artefactos de destrucción masiva, lo lógico es que paguen para que sean reparados dentro del país, no permitir estos riesgos que ponen en peligro nuestra seguridad nacional, aquí en Cuba la guerra la tienen ellos con el pueblo y su loca ideología que están matando al pueblo mientras estos gobernantes se gozan con miles de privilegios que no disfruta el pueblo. Pero digamos que gracias a este descubrimiento por parte de las autoridades de Panamá, hoy Luís Enrique tiene una vivienda, y es así, pues evidentemente si Luís Enrique Santos Caballero llegara a morir reclamando al régimen una vivienda, sería un desastre la opinión nacional e internacional pues que se puede pensar de un gobierno que mata a sus ciudadanos por una vivienda, pues entonces imaginemos con qué fin transportaban ese armamento bélico, ¿respetarían la paz mundial cuando no respetan la vida de uno de sus ciudadanos por el reclamo de una vivienda?. Como dice uno de los leales al régimen, saque usted sus propias conclusiones.