Por: Ramón Zamora Rodríguez. No es nada menos que un criminal quien ve pobreza, y puede ayudarla, y no la ayuda. Así pensó nuestro José Martí. Y por la razón del desinterés manifiesto del gobierno cubano a los pobres de nuestra tierra, a quienes aisladamente se les brinda ayuda, para cubrir sus mentiras y lucir sus galas de misericordia, el Movimiento de derechos Humanos Pedro Luís Boitel Abraham de Holguín en horas de la mañana del pasado 29 de noviembre de 2013, con recursos propios hicieron una donación de prendas de vestir y juguetes a niños y niñas del barrio conocido como “La Yabita” en este municipio de Holguín, donde el nivel de pobreza es extremo, la experiencia que dejó en los corazones de los integrantes de este Movimiento holguinero las alegres caritas de estos niños y niñas fue tan maravillosa, que de todo lo único que les molestó y dejó aflicción, fue el no tener más para regalarle a todos aquellos que con marcada alegría, agradecían a los benévolos disidentes su gesto humanitario, luego los moradores del lugar, manifestaron su descontento por la falta de atención del gobierno, y de los engaños de promesas que nunca se cumplen, donde con poco, se hacen maravillosas obras de humanidad. Martí nos enseñó que “Los pueblos no se unen sino con lazos de fraternidad y amor”. Esa es la clave, imitemos todos, la bella acción del Movimiento Pedro Luis Boitel, y de plano, el pueblo cansado de mentiras y de tan precaria vida, comprenderá mejor la necesidad del cambio en Cuba, y sobre todo, el sentido humanista de los que luchan por el cambio y de lo que desean para el futuro de nuestra dolida nación.
