miércoles, 18 de mayo de 2016

¿Pan o basura?



Ramón Zamora Rodríguez /Holguín/18 de mayo 2016

Aunque no es un tema novedoso ni aislado, los problemas "del pan nuestro de cada día" se extienden por casi todo el archipiélago cubano, y un crítico ejemplo de ello se encuentra con frecuencia en la localidad de Velasco en la provincia Holguín, donde el famoso pan nuestro de cada día, se convierte en una desfachatada falta de respeto a los velasqueños, quienes tienen que conformarse con un pan confeccionado sin grasa, muy poca sal, mal horneado y para colmo sucio, que no se sabe si es pan o basura.

Por más quejas que refieren los consumidores a los dirigentes de la referida localidad y los reiterados planteamientos en las rendiciones de cuenta del delegado del poder popular, el problema persiste con demasiadas frecuencias, dejando un claro indicio de lo poco que le importa a los gobernantes comunistas los intereses y criterios del pueblo.

Lógicamente la mala calidad del pan no es sufrida solamente en la localidad de Velasco, en el municipio Holguín resulta igual una vergüenza comprar el pan que corresponde a cada cubano, según reglamentaron y racionaron los gobernantes de la isla, y la razón de esto es que le falta de todo aquello que debería integrarlo para qué se llamara pan, lo cierto es que cuando el consumidor pretende morderlo, este se descascara cuando menos, y cuando más se desmorona como si fuese un polvo, otros de estos panes al morderlos dejan el recuerdo de los llamados dompling o el de un pedazo de pasta de croquetas cruda dentro de la boca, sí difícil es buscarle una comparación a lo que pueda parecerse estos panes, peor es comérselo.

Llama la atención, que tantas leyes, decretos, resoluciones y el exceso de controles establecidos por el gobierno, se escape de sus rígidos controles uno de los flagelos que más plantea el pueblo en las rendiciones de cuenta del delegado del poder popular, el inacabable problema de la calidad del pan, tamaña falta de respeto lo primero que demuestra es que el gobierno lo único que hace es manipular abiertamente al pueblo en uso de sus intereses, y más claro aún, es que realmente sus necesidades no son tenidas en cuenta, ni interesan, al no ser que al gobierno les sirva para sus campañas mediáticas con el fin de preservar "la mentira más larga del mundo" o en otra palabra "la revolución".