sábado, 8 de noviembre de 2014

Otra golpiza más.







Por: Ramón Zamora Rodríguez.
Golpean en la localidad de Velasco, una vez más, al opositor pacífico Rafael Freeman Leyva junto con su hermano, por el intento de viajar al Municipio Holguín, para participar en un Taller de Derechos Humanos.
El viernes 7 de noviembre de 2014, el opositor pacífico y Coordinador del Movimiento Libres por la Democracia (M.L.D), Rafael Freeman, fue brutalmente golpeado y arrastrado en el camino ante la vista de vecinos y otros testigos de la Localidad, por el agente de Respuesta Rápida Miguel Leyva Velázquez y otro agente identificado como Alexei.
En la mañana cuando Freeman se dirigía al local que funge como piquera de máquinas para esta localidad, el agente Miguel le manifiesta que en el día de hoy tiene órdenes de no dejarlo salir de Velasco bajo ningún pretexto, a esto el contestatario reacciona calmado y le refiere que él no está preso y necesita salir, el servilista al General Presidente junto a su acompañante Alexei, toman por el pelo a Freeman, para luego girarlo y casi ahorcarlo con una técnica marcial.
Leonel González Leyva, que transitaba próximo al lugar, corrió en auxilio del ya cianótico hermano consanguíneo, y al gritarles que lo soltaran porque lo estaban ahorcando, estos soltaron a Freeman para abalanzarse bruscamente  contra Leonel, pegándole sendos puñetazos en el rostro y estómago, dejándolo tendido en el suelo.
Al opositor Rafael Freeman, que permanecía en el suelo, aún buscando el aire ausente en sus pulmones, ambos sicarios lo tomaron por los brazos y lo arrastraron aproximadamente, según testigos, dos metros y medio, suerte que quienes presenciaban el abusivo escenario, comenzaron a manifestarse en desfavor del arbitrario abuso que en nombre de la ausente ley, gozaban los sicarios contra el indefenso pacifista opositor y su hermano Leonel quien no es opositor, los sicarios dejaron de arrastrar a Rafael, no sin antes propinarle un par de patadas y unos puñetazos.
Una vez más, el agente Miguel Leyva Velázquez se ensaña contra Rafael Freeman Leyva, amparado por una ley nacida del engaño y la frustración de un pueblo, que hoy no sabe cómo detenerla para lograr ser libre.