Por: Ramón Zamora Rodríguez
Por estos días resuena con más
fuerza en los medios oficialistas el tan manoseado tema del Embargo o “Bloqueo”
como lo llama el gobierno de los Castro, y que ha sido utilizado en todos estos
años como chivo expiatorio para justificar la mediocridad, el enriquecimiento
ilícito de una élite gobernante, la falta de gestión, la corrupción, la
represión y las carencias de todo tipo que soporta el pueblo. La costumbre del
Gobierno y sus dirigentes de culpar a algo o alguien de sus errores, es normal
y cotidiano, máxime cuando en Cuba nadie da cuenta de nada al pobre y sufrido
pueblo, verdadero dueño de todo, pero que con leyes impuestas de facto, le han
despojado de sus riquezas y libertades, por lo que ha vivido y vive cargado de
penurias y prohibiciones de todo tipo.
Las leyes que rigen y
gobiernan de forma acertada al pueblo de los Estados Unidos desde el 4 de julio de 1776 en conjunto al embargo comercial, económico y financiero de Estados unidos en contra del
gobierno de Cuba o ley Helms-Burton, no tienen en modo alguno la culpa de
que en Cuba, un niño o niña, después de cumplir los 7 años, para tomarse un
vaso de leche antes de ir a la escuela, tengan sus padres que comprarlo de
forma ilegal a 8 pesos el litro o pagársela al Estado que vende en las TRD el
saco de leche en polvo al “módico precio” de 159 CUC y que la compra de un juguete para
ese niño endeude por varios meses a sus progenitores y que tampoco se tenga
acceso a un gran número de producciones nacionales de probada calidad, porque
son destinadas al turismo o a la exportación. Es bochornoso escuchar por la
emisora local, el ruego de personas en busca de algún medicamento, pidiendo de
favor que quien tenga Ibuprofeno, Ranitidina, Casodec, Tolnaftato, entre otros,
de una larga lista de diferentes medicamentos, y que no estén utilizando, que
lo facilite a determinada persona en tal dirección, situación en extremo
paradójica, pues el Gobierno regala miles de toneladas de medicamentos cada año
en el mundo. Farmacias como la del Distrito Lenin en Holguín, que tienen más de
trescientos pacientes asmáticos, solo recibe cincuenta spray de salbutamol una
vez a la semana.
Las leyes norteamericanas no
prohíben que los trabajadores cubanos perciban salarios decorosos, que les
permitan satisfacer las necesidades materiales y espirituales de ellos y sus
familias. Culpar al gobierno de los Estados Unidos de los salarios miserables
que perciben los trabajadores Cubanos, de no comer carne de res o pescado, de la
escases de alimentos de todo tipo, de los apagones que ya ocurren ni tan
siquiera con un aviso previo, de los altísimos precios de los bienes y
servicios, de las restricciones para viajar a los que tienen algún empleo que
se considera “vital o estratégico”, fundamentalmente profesionales de la Salud,
que sufren lo indecible para que se les autorice ir de vacaciones a determinado
país, es el colmo de la doble moral y la desvergüenza. Existe un terrible
descontento por parte de los médicos, pues solo pueden viajar fuera de Cuba,
aquellos que son escogidos de la bolsa de cooperación, y a los destinos
programados por el gobierno, si alguno es invitando por algún amigo en sus
merecidas vacaciones, a cualquier país, su
solicitud es rechazada y cuestionado como posible emigrante, lo que convierte
al galeno en un cautivo pasivo por el bloqueo gubernamental, y más, en un
personal no idóneo al que no se puede perder de vista y que difícilmente algún
día sea escogido de la bolsa de cooperación, de lo contrario hay que salir de
forma clandestina y arriesgando la vida.
Además, a
pesar de los acuerdos entre el gobierno del general Raúl Castro y la ya
moribunda administración Obama, que le permitió un considerable aumento en la
economía gubernamental, el pueblo cubano permanece ajeno a cualquier ventaja
sobre éstas negociaciones, al no ser la oportunidad de contar con aislados
puntos de conexión WiFi, porque todo lo que el gobierno adquiere de su comercio
con el exterior lo vende a precios exorbitantes, Tantas carencias como el
deterioro de las calles, viviendas,
escuelas, hospitales, transporte, la baja remuneración, la falta de
alimentos y la creciente marginalidad poblacional, no se justifica ante la
maquinaria productora de infinitas riquezas, que es el archipiélago cubano,
donde se generan anualmente millones en níquel, turismo, misiones médicas, la
oferta de profesionales de diferentes ramas, mano de obra altamente calificada,
la millonaria venta de productos exclusivos como el tabaco Cubano de diferentes
marcas de alta calidad, la venta de ron, azúcar, café, zapatos, perfumería,
cemento, cacao entre otros, la exportación de materias primas, el alquiler de
terrenos, la entrada de millones por concepto de remesas desde diferentes
países, y otros que hacen la lista inmensa, no dejan lugar a dudas de que la
danza no es de millones, sino de miles de millones que en nada favorecen o
mejoran en algo la vida del cubano, que cada día tiene que hacer “inventos” de
todo tipo para poder sobrevivir, dígase robo, sobornos, prevaricación, desvío
de recursos y cuanta cosa les garantice el sustento para sus familias, otros
son los que engordan sus bolsillos y cuentas personales en el exterior,
ejemplos son los que se sobran.
Si hay un
país que debería contar con una población con viviendas confortables, es Cuba,
país que no necesita de ningún recurso proveniente de otro para la construcción
de viviendas, ésta pequeña pero rica
isla es productora amén a sus yacimientos, de Cemento, alambre para
amarre, acero, arena, gravilla, clavo,
bloque, ladrillo, tejas, baldosas, azulejos, madera, tasas sanitarias y sus
herrajes, tubos plásticos y metálicos etc. instrumentos de la construcción y
terrenos que están ociosos a la vista de todos a lo largo y ancho de todo el
archipiélago, sin embargo, le debemos tales carencias al genocida bloqueo
interno impuesto por el gobierno cubano, pues bien podemos apreciar que igual
nos falta, lo que sobra dentro.
Entonces es claro que el Bloqueo lo tiene
impuesto el pueblo cubano desde 1959 y no por los Estados Unidos, sino por la
familia Castro y sus lacayos, el partido comunista y sus órganos represivos. La
inmensa mayoría de la población desde que nace es obligado por un cúmulo de
leyes que van a hacer su vida un verdadero infierno, a obedecer y no cuestionar
nunca so pena de cárcel, destierro y muerte y será absorbido por una maquinaria
propagandística que tiene por objetivo
convertirlo en un esclavo.
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