miércoles, 30 de marzo de 2022

𝐋𝐚 𝐟𝐚𝐥𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐫𝐬𝐨𝐬 𝐨𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚 𝐚𝐥 𝐫e𝐠𝐢𝐦𝐞𝐧 𝐚 𝐥𝐢𝐦𝐢𝐭𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐚𝐜𝐜𝐞𝐬𝐨 𝐚 𝐬𝐮𝐬 𝐦𝐞𝐫𝐜𝐚𝐝𝐨𝐬.⁣

Por. Ramón Zamora Rodríguez.

El asfixiante desabastecimiento que como manto de muerte se tiende hoy sobre el pueblo cubano, es una situación a la que se enfrentan a cada paso en la búsqueda de alimentos u otros recursos necesarios, donde los mercados muestran cada día menos ofertas por la fracasada economía comunista, al punto que para frenar la excesiva demanda ante tan miserable oferta, limitan el acceso a estos lugares donde el pueblo acude para compensar los deficientes ingresos con los que son remunerados. Ahora estos sitios han emitido avisos que prohíben el acceso si no se muestra la tarjeta actualizada con las vacunas cubanas, medidas que no tiene respaldo en norma legal alguna, pero si el beneplácito y consentimiento tácito de las autoridades. ⁣

Utilizan así el referido documento como instrumento de chantaje ante tanta hambre y desabastecimiento, para limitar el acceso a los escasos alimentos, de paso presionar al pueblo a inocularse los inventos cubanos que no han sido reconocidos por la O.M.S.⁣

El exceso de sumisión, la miseria y el desconocimiento, son las principales causas que permiten a los dictadores, imponer medidas tan draconianas para la adquisición de alimentos y no son pocos los que con orgullo muestran el pedazo de cartón con las inoculaciones para acceder a unas croquetas, un pedazo de hueso pelado, o viandas. Los mercados y demás centros donde ofertan bienes y servicios no son, ni deben ser un medio de control de inspección y menos de presión al servicio de los dictadores que humillan al pueblo por medio de medidas discriminatorias, pues le correspondería  específicamente a Higiene y Epidemiología, aplicar tales controles, que igual no pueden hacer, pues a ninguna persona se puede obligar a vacunar sin su consentimiento, pero la dictadura, disfraza la forma de imponer, obligar y someter al pueblo a su voluntad y cruel antojo.

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