Quienes andan por las tinieblas del servilismo y el ostracismo, nunca entenderán esto, ¿Cuántas promesas no fueron hechas por los dictadores para manipular al pueblo? Muestra fehaciente de esto, fueron las palabras del dictador Fidel Castro el 9 de enero de 1959 en discurso al pueblo, donde manifestó. «Les prometo a todas las madres cubanas que nunca llorarán por culpa nuestra» La amarga realidad, es que en el momento en que lo dijo, ya muchas lloraban a fusilados en la Cabaña y en diferentes regiones del país, y desde esos tristes eventos al día actual, son miles las madres que no tienen consuelo y viven envueltas en las tantas lágrimas que les ha arrancado la dictadura que se disfraza con nombres hermosos y obras colmadas de alabanzas por tantos alabarderos y ciegos.
¿Cuántas madres cubanas han llorado a sus hijos baleados por esbirros de la ilusoria revolución? ¿Cuántas hoy lloran al ver a sus hijos muertos en vida, con largas e injustas condenas en un presidio político, por no ajustarse al servilismo que se impone al pueblo? ¿Cuántas lágrimas por los que salieron huyendo del fracaso, la rigidez y la desesperanza de un régimen sin más futuro para su pueblo que la miseria y la muerte?
Estamos hartos de mentiras, de discursos huecos, de miserias agradecidas, de tanta represión, de tantos cubanos y cubanas cumpliendo injusta prisión, y el aumento de leyes y decretos que solo sirven para protegerse de la verdadera voluntad popular en detrimento de cada Cubano, estamos hartos y enfermos en nuestra moral y sentimientos, de ver el rostro de tantas madres bañados en lágrimas, por las aberrantes injusticia de lo que llaman revolución.
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