Por. Ramón Zamora Rodríguez
Con suspiros se alejaron hoy los consumidores de la casilla ubicada en el Mercado Sur del Reparto Ramón Quintana en Holguín, al terminar la venta del pollo racionado por la libreta, por ser domingo, cuando el hambre y la desesperación popular hoy, no entiende de días, el marcado desabastecimiento deja al cubano sin carne, ni nada que le sirva para acompañar unos trozos de yuca o un poco de arroz, pues el desmantelamiento es general.
El régimen, que se goza viendo al pueblo languidecer ante tanta precariedad y desabastecimiento, se da el lujo de cerrar estas casillas prácticamente afuncionales, pues en todo el mes trabajan 3 o 4 veces, no son conscientes de vender por respeto al pueblo, el fisco de pollo para paliar la miseria del día de hoy.
Esto refleja que no importa el hambre del pueblo para los dictadores en el poder, si realmente importara y fuera un problema de crisis por lo que no hay alimentos, cuando estas migajas llegarán a las casillas, se le vendieran a la población conscientes de la grave necesidad, se entiende que para compensar al trabajador, se le da el día de mañana, pero como no importa el sufrimiento popular, cierran todo y los esclavos aplaudidores que se jodan por sumisos, eso es lo que dan a entender, no hay de otra, no se respeta al pueblo, ni se valora su dolor.
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