sábado, 30 de enero de 2021

El ordenamiento es la puerta a las desgracias del pueblo cubano

 


Por. Ramón Zamora Rodríguez. 

Cada mañana, la población holguinera se lanza en busca del sustento de alimentos para la familia, arriesgando su vida ante el creciente aumento de contagios por el virus del COVID_19, pero prima el amor y la necesidad de mantener a la familia, la desgracia peor es buscar y no encontrar, pues el llamado ordenamiento, se ha convertido en la puerta al aumento de calamidades sobre el pueblo.

La carne, ya sea de cerdo, carnero o de lo que sea, no se encuentra en ningún puesto estatal o del sector privado, justamente porque el régimen, como tantas veces, prometió abastecer de carne de cerdo los mercados a justo precio, y como siempre, no se ha cumplido, el sector privado tiene prohibido venderla al precio que ellos determinen, en correspondencia con el costo de estos animales vivos o en pie, como mejor le nombran, el pueblo protesta porque no tiene carne en su mesa, pero no la encuentra a ningún precio y en ningún lado.
En mercados como los Chinos en Holguín, solo se pueden encontrar aisladas y escasas ventas de yuca y fongo, suficiente calabaza y enormes colas para comprar sirope de naranja y amapola con sabor a fresa, justamente por la devastadora crisis de azúcar que se está viviendo, suerte, a pesar de los precios, que por lo menos algunos del sector privado ofertan una gran variedad de productos, el régimen solo los reprime, cuando son quienes mantienen con vida al pueblo.
El desabastecimiento general toca agresivamente las puertas de cada casa de cada cubano de a pie, el régimen se preocupa por imponer sus descabelladas y fracasadas leyes, sin ocuparse de proveer los mercados de productos para ganar en la competencia de precios bajos, pero resulta que es el gobierno, quien justamente tiene un alza desquiciada de los precios, es justamente quien tiene elevados los precios de sus productos y pretende que sea el sector privado quien baje sus precios, es momento de que el pueblo decida por su vida y destino, igual que por años el régimen solo se ocupa del feliz destino de los dictadores, por años se ha ocupado de ignorar bajo camuflajes de buena voluntad, los intereses, futuro y vida del pueblo, llegó la hora de decir ¡No más miseria, Basta de hambre y esclavitud!

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