Autodefensa presentada por el prisionero político holguinero Miguel Enrique Girón Velázquez. Un ejemplo de dignidad inquebrantable.

          

                    Holguin, 27 de abril del 2022.

Buenas tardes Señoría:

Hoy 27 de abril del año 2022, aún siendo muy escéptico con las instituciones de mi país me dispongo a declarar con respecto a los hechos ocurridos el 11 de julio del pasado Año (2021).

Primero expresaré, contextualizaré las causas por las cuales yo Miguel Enrique Girón Velázquez me adherí a la incomparable marcha pacífica y asumo de igual manera lo que hicieron muchos otros manifestantes.

El mes de julio fue precisamente la fecha de mayor pico pandémico del COVID-19 en todo el país, nuestros familiares morían a millares en los decadentes hospitales de nuestro país, ésto ocurria en el mejor de los casos ya que todos los presentes sabemos las escaseses de medicamentos y ausencia sanitaria de aquel entonces, pues en el peor de los casos nuestros familiares ni siquiera podían ingresar a un hospital por falta de capacidad, los cuáles se veían obligados a morir en el lugar bajo el cuidado que podía proporcionarle la familia, al menos ese fue el caso de mi abuelo materno y paterno y decenas de conocidos.

En estás circunstancias el régimen comunista hacía caso omiso a las dolencias del pueblo, uno de los pueblos más humillados, sufridos e indefenso de toda nuestra América ya que dicho régimen argumentaba que las vicisitudes de nosotros y nuestras familias era para manipulación mediática encabezada por plataformas alternativas occidentales, también sostenían que todo estaba en orden y bajo control, al parecer este régimen se encuentra tan desvinculado de su pueblo que desconocía la situación precaria y vergonzosamente real del país.

Este es el principal motivo de indignación de nuestro pueblo, pero tampoco podemos obviar la fatal situación socio-ecomomica del país, la falta de oportunidades por bloqueos impuestos del mismo régimen hacia el pueblo el cuál se ve en la obligación de emigrar a causa de ello, como tampoco podemos olvidar los apagones nacionales los cuáles junto a la represión a todo aquel cubano que dignara a sentirse libre , en esté último punto sobran los ejemplos.

Todo esta determinada gama de acontecimientos provocó que una gran parte del pueblo cubano salieran a las calles el 11 de julio de forma espontánea y organizada a exigir al régimen Cubano mejoras inmediatas para toda la nación, cabe destacar que entre los manifestantes, los cuáles ni siquiera nos conocíamos, había un hermoso y armónico sentimiento de patriotismo fuera de todo estigma político o ideologíco, por concecuencia allí solo se pedía por un país mejor y más inclusivo, una Cuba para todos...

En mi caso particular ese glorioso día venía en mi mi moto eléctrica de casa de una amiga cuando advertí desde larga distancia un grupo de personas en Ave. Los Libertadores, ahí decido sumarme pués allí se recalmaba por mejorías sanitarias de forma urgente, el cierre de las tiendas en MLC en las cuales se comercia con monedas en las cuales no se les paga al pueblo y también zumbaban los quejidos más vehementes, los de la libertad.

Una vez descrito lo anterior confieso que ese día fue el que más libertad y hermandad he sentido en toda mi vida.

Aproximadamente dos horas después de haber ingresado en la marcha pacífica me encontraba cerca de la cede del Partido Provincial de Holguin dónde mi moto eléctrica se quedó sin carga por lo cuál me dispuse a caminar unos pocos metros con la multitud para pedir ayuda en caso de ver algún conocido y de está forma llevar el motor a casa pués debido a problemas congénitos no puedo hacer fuerza ni caminar largas distancias, es cuando advertí en la rotonda que colinda con el partido provincial que a causa de la violencia infundada por civiles organizados de instituciones gubernamentales (Grupos de respuesta rápida) en contra de los manifestantes. Para aquel entonces la marcha la habían desvirtuado a lo cuál me opuse voluntariamente ya que hasta el momento he sabido mantener mi virtud y me he dejado arrastrar por el odio porque creo en el hombre, la libertad, lo divino y ni odio ni creo como enemigo a ningún cubano sin importar lo despresiable que puedan llegar a ser.

Dicho lo anterior me dispuse a retornar solo por mi moto eléctrica, la cuál ya no estaba donde la dejé pues alguien la sustrajo en menos de cinco minutos, en ese penoso momento cuando me retiro a mi hogar que se encuentra a unos pocos metros del lugar citado, en ese preciso momento ocurre algo que jamás olvidaré, vi como un agente del orden público (Polícia) rompía en rostro y el cráneo de un adolescente con una feroz piedra, aquel niño tendría cuánto más unos quince años, no pude hacer nada todo fue muy rápido, sólo sé que esa dolorosa imagen me persiguira el resto de mi vida.

Dos días después el 13 de julio me dirijí a la estación policial más cercana a mi hogar con la intención de denunciar el robo de mi moto eléctrica dónde especifiqué como la perdí y las causas por las cuales estuve en la marcha 11J, ya que no tengo porqué ocultar un acto tan digno, luego fui maltratado y recluido por 23 días en Instrucción Penal donde se me impuso por propagación de epidemia una multa de 2000 pesos cubanos y se me instruye por el delito de desorden público y salgo en libertad bajo fianza de 3000 pesos cubanos.

Al cabo de unos pocos meses fiscalía cambió mi delito a sedición pidiéndome una condena de 25 años de privación de libertad basándose en un odio desmedido hacia mi persona de parte de unos cerdos con garras, que al mismo tiempo aterrorizan al pueblo y me piden mi edad como condena ya que tengo 25 años de edad.

En aquel entonces la seguridad del estado hizo un trabajo profiláctico conmigo y mi familia, haciendonos creer que en el juicio todo iba a ser transparente y solamente se me iba a juzgar por desorden público por lo cual no iría a prisión, todo fue absolutamente falso ya que mi petición fiscal se mantuvo y se sostuvo sin pruebas, dado que dicha petición sostenía que recibía órdenes del gobierno norteamericano con el fin de subvertir el orden social y público lo cual es deshonrosamente una falasia ya que nunca se me probó en acto de juicio y yo al igual que los muchachos de la misma causa que en prisión he conocido son Incapaces de cometer tal acto anexionista, es más en caso de ser real dicho improbable argumento sería una gran inconveniencia ya que en toda la marcha se canto nuestro himno nacional en más de tres ocasiones y se pidió por una Cuba libre soberana y demócrata.

Pasado un mes de aquel amañado juicio que también se le puede llamar teatro ya que todo estába dictado y escrito. Fui citado al tribunal Provincial de Holguin el día 14 de febrero del presente año (2022) día que se celebra en casi todo el mundo en mundo el día de los enamorados, dónde dió un informe del tribunal sosteniendo las mismas mentiras con las que se me acusó de hecho añadiendo que todos los acusados nos conociamos por lo cual se suponía que éramos una célula organizada con un plan premeditado de tomar el control del país, todo esto se inventa aún habiendo probado en pleno acto de juicio oral que de las miles de personas que salieron a la calle ninguno de los presentes nos conocíamos como si fuera poco la desvergüenza, el mismo tribunal sostiene en el caso de Jésica Lisbet Torres Calvo, Yoirdan Revolta Leyva y yo Miguel Enrique Girón Velázquez, los cuales fuimos sancionados a 15, 14 y 14 años de privación de libertad, debíamos esperar el proceso de apelación bajo fianza, o sea en libertad, lo cual fue violado ya que mismo día 14 de febrero fuimos llevados de forma albitraria a la prisión provisional de Holguin.

Eso no es todo después de ser acusados sin evidencia, enjuiciados sin fundamentos y encarcelados injusta y albitrariamente, la seguridad del estado ésta actualmente haciendo un trabajo de repugnante de represión total contra las familias de los presuntos acusados ya que ni siquiera permiten a nuestros familiares hacer uso de su libre movilidad por los espacios públicos e infundir el terror en ellos y nosotros también.

Mirando tanto los acusados cómo los familiares aquí presentes, gente noble , gente sencilla e indefensa, de pueblo se puede muy fácilmente apreciar cuán desmesuradas son las medidas tomadas por los despreciables cuerpos de la seguridad del estado.

Tengo que recalcar antes de terminar que gracias al 11J el régimen permitió el envío de ayudas humanitarias de incluso países como Estados Unidos, acción que a beneficiado de gran manera al pueblo cubano y muchas otras mejoras que están por venir.

Ese fue el día en que el pueblo habló de forma pacífica en muchos casos como el mío y aunque otros indignados por insultos o golpes respondieron de igual manera.

Hoy digo y enfatizo que me da vergüenza que los altos funcionarios de mi país en vez de responder a los más humildes y las clases sociales más trabajadoras y desfavorecidas del país, se deban a una hegemonía que poco parece importar los dolores de los más desprotegidos y haber usado los sucesos ocurridos el 11J como arma política contra el mismo pueblo.

Por consiguiente reafirmo que me es sumamente vergonzoso que en mi nación no se reconozcan las partes positivas del 11J, de imputar como delito la cura de los humildes e intentar hacerlo ver como un herror, de ser así serían seres erróneos nuestros próceres patrios, como por ejemplo José Julián Martí Pérez. Por consecuencia a lo antes dicho no estoy dispuesto ni jamás lo estaré a ceder a dicha posición errónea, también por la cubanía que me propinó mi madre al concebirme en esté hermoso país, Cuba mi patria...

Espero que en está ocasión frente al hoy presente al tribunal Supremo de la República tome lugar intrínsecamente la justicia. Muchas gracias.

 Miguel Enrique Girón Velázquez.

Prisionero Político del 11J.