Ricardo Sánchez Tamayo| Bayamo | Cuba | 2.junio. 2015
A
solo diez horas de haber sepultado la joven del asesinato anterior, un nuevo
crimen cometido, genera comentarios de indignación en contra de la violencia en
las calles bayamesas.
La noche bayamesa de
ayer, se vistió nuevamente de sangre, con el asesinato a puñaladas del joven de
29 años Yusnel Labardina lora, en el baño del restaurant “La Presa” de esta
ciudad, luego de un altercado con otro joven allí presente.
“Entre las 6.00 y las
7.00 pm, durante una visita que me hizo,
yusnel conversó uno de los presentes, conocido como “Cachito”, con el
cual tuvo un malentendido y luego se dirigió al baño, del cual nunca regresó”,
contaba su hermano mellizo Maikel, trabajador del centro gastronómico, a los
allegados y presentes en el funeral.
Y prosiguió, “Una trabajadora que solicitó
anonimato y que presenció el altercado, vio al otro joven seguirlo hasta el
baño y luego salirde manera rápida del local yalejarse en una motocicleta,
dejando abandonadas las personas con quienes antes compartía, preocupada se
dirigió al baño, para encontrar el cuerpo ensangrentado de Yusnel, apuñalado
por la espalda”.
Yusnel, conocido por Júnior,
era una persona afable, querida por todos y muy servicial, trabajaba como
cuentapropista (trabajador privado) y dejó tras su muerte, una hija de 6 años y
una esposa de 21 años con un embarazo de 6 meses. Vivian todos, junto a su
madre Clarisbel y su padrastro, en Calle Zenea, entre Parada y Capotico, según
datos aportados por su vecina y amiga Ramona Rodríguez.
Entre llantos y
lamentos pasó la mañana de hoy y finalmente fue sepultado a la 1.00 de la tarde
en la necrópolis local, en medio de una multitud de amigos y familiares que lo
acompañaron hasta su última morada.
Su caso generóinnumerables opiniones entre losasistentes del funeral y entierro. Fernando, vecino de Capotico dijo, “Él, ni tomaba (bebidas alcohólicas), ni era problemático, aparte, estaba preocupado por la salud de su esposa” y agregó luego “A Cachito también lo conozco, él vive en Siboney, ese muchacho no sirve y es tremendo delincuente y marañero y mira ahora como le desgració la vida a esta familia”.
Juan Carlos Pimpo, trabajador
de gastronomía que hasta el momento guardaba silencio, decidió romperlo
diciendo, “Bayamo se está convirtiendo en un infierno, va a llegar el momento
que vamos a tener que salir con guardaespaldas, porque todos los días uno se
entera de casos de violencia como este y la policía debería enfocarse en
recoger a esos delincuentes, en vez de estar atrás de los vendedores que lo que hacen es resolver los
problemas de la gente”.
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