Ricardo
Sánchez Tamayo| Bayamo | Cuba | 1.junio. 2015
La violencia se está haciendo habitual en Bayamo y afecta a los cubanos de
maneras siniestras, las campañas a nivel nacional en su contra, siguen en espera, mientras tanto la juventud
se considera la más afectada en cuanto a la comisión y consecuencias de actos
violentos.
En
la noche de ayer, otro asesinato escandalizó la ciudad, cuando a escasos metros
de su residencia fue asesinada a puñaladas,
la joven bayamesa de 18 años Zaily Aguilar. El hecho ocurrió a las 11.00
pm, en calle 39 esquina 16 del reparto Rosa la Bayamesa, atacada con
ensañamiento por un ciudadano conocido como Adalberto (Alias Bolito) de 52 años.
A
petición del propio Adalberto, con quien llevaba una relación amorosa con
antecedentes de maltrato, la inocente joven se dirigió al lugar donde recién
llegada recibió ocho puñaladas con un objeto punzante, en las partes delantera
y trasera del torso, solo atinando a gritar en petición de auxilio a los
vecinos del lugar.
A Ernesto,
vecino de Zaily que acudió a socorrerla, solo le quedó recoger el cuerpo
moribundo de la muchacha y dar la triste noticia a la madre, mientras el
agresor se alejaba con el arma homicida. La muerte no esperó el socorro y allí
mismo puso fin a su vida.
“fui
rápido a cogerla” dijo Ernesto “la levanté del fango, sangraba cantidad y cuando su cuerpo dejó de temblar en mis
brazos, supe que ya era tarde… dudo que pueda olvidar eso y los gritos de
desesperación de la madre”.
Esta
no es más que otra muestra de las comunes escenas de violencia que a diario
vive la isla y que son silenciadas por
las autoridades y la prensa nacional, que solo se refieren a estos casos,
promocionando las acciones médicas tomadas para evitar la muerte de los
lesionados que con suerte llegan con vida a los hospitales.
Varios
jóvenes entrevistados opinan que la violencia es común en la calle y en casi la
totalidad de las actividades festivas donde han participado, han ocurrido riñas
y hechos violentos que por lo general
terminan con más de una persona herida o muerta y refieren que también las
carencias económicas exacerban la comisión de delitos violentos como robos de
carteras, prendas, bicicletas, celulares
y en los domicilios.
Carlos Alvarado, un joven cuentapropista de 22 años alega, “ya la gente no se faja a
los puños, ahora, si no es a pedradas, es con un tubo o un machete… y la mayoría de los jóvenes si no traen un cuchillo o punzón no se sienten
cómodos cuando salen a las calles.
Eduvín
Corrales Boza, un poco mayor que los anteriores nos dice, “pero también las fuerzas policiales y
de comando, apoyados en las brigadas de respuesta rápida, que son civiles y
militares ocultos que actúan para enfrentar
y desbaratar cualquier desorden, lo que hacen es aumentar la violencia
porque son una elite de enfrentamiento que llega reprimiendo y golpeando
durante las detenciones” y agrega “están enfrentando la violencia con otra
violencia más grande, ¿tú crees que así se va a acabar la violencia?... y
afirma “así lo que nos vamos a matar unos con otros”.
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