Revolución es pasar hambre, es sacrificarlo todo para mantener a un grupo de delincuentes esclavistas en el poder.
Es no cambiar nada que permita al pueblo progresar, dejándolos pobres para que sean dependientes del régimen que los esclaviza.
Es tener miles de sueños y no poderlos materializar, es vivir en silencio y no poderse quejar.
Revolución es emigración en estampida, es doble moral, aplaudir hoy y mañana salir del país, caer de rodillas fuera con los brazos al cielo agradecidos de Dios, de haberlos alejado de lo que hipócritamente apoyaron, defendieron y sostuvieron.
Revolución es mostrar en la televisión mujeres, trabajadores y niños felices y en la realidad golpearlos, encarcelarlos o ahogarlos en el mar, si muestran descontento y contra la dictadura se quieren manifestar.
Revolución es hombres, mujeres y niños presos por pensar diferente, es trabajar sin futuro alguno, es tener hospitales y enfermar al pueblo por la falta de recursos y alimentos, es tener escuelas para el adoctrinamiento como principal conocimiento.
Revolución es imposición, es represión, es miedo y coerción, es tortura, terrorismo y corrupción, es gobernar por la fuerza desafiando al pueblo con palos, disparos, tubos y cabillas.
Revolución es sometimiento, es esclavismo, es odio, humillación y oprobio, es la necesidad de unidad de todos, para que sea ese mal de Cuba eliminado de sus más profundas raíces.
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