La libertad no se mendiga, la libertad es un derecho, no la pidas, arrancarla del tirano que la escamotea y conculca, diga ¡Basta! al silencio y a las murmuraciones de sus sufrimientos y descontentos, diga ¡Basta! a sus temores y miedos, a sentirse agradecido por el grillete de limitaciones que por ley te imponen, a que agradezcas por nada ante los altos costos de la vida impuestos por un sistema fracasado y violento que se inclina por ser continuidad del hambre, el desabastecimiento, la represión y las tantas faltas y limitaciones que con lágrimas de sangre sufre el pueblo cubano. La libertad de nuestros derechos depende de todo cubano, depende de cada aplauso, de cada reunión convocada por el régimen, de cada voto por un puñado de ineptos que jamás resuelven los problemas del pueblo y por 62 años siempre se repite el mismo problema y la misma justificación, nuestra libertad depende de tu aporte a un sindicato que no responde a los intereses de los trabajadores, depende de cada aporte y apoyo al sistema, depende de que digas no a 62 años de constante manipulación y mentira, de exigir la inmediata e incondicional libertad de todos los prisioneros políticos y digas en plena calle que ya no obedeces a la dictadura. Ese día ¡Ya seremos LIBRES!
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