Rodolfo
M. Regalado Batista | prisión provincial de Holguín | 14 de septiembre de 2015
Queridos hermanos
cubanos. Defensores de la justicia.
Hoy no sé por dónde
empezar esta carta, tengo tantos sentimientos encontrados que me llevan de la
alegría a la tristeza, de la tristeza al odio y rencor; de estos últimos al
perdón, a la tolerancia, a la esperanza y a la alegría.
Nuevamente la política
del país se interpone en la felicidad de mi familia, en el futuro de mis cuatro
hijos menores de edad. Dieron evidencia y transmitieron su mensaje más preciado
que tienen, el poder sobre los cubanos que manipulan y definen el futuro de
nuestras vidas. Sigo aquí entre rejas por la decisión de un hombre, un
funcionario que dice que atente contra la seguridad del estado cubano por poner
en dudas o en peligro la moral y la ética del país ¿cómo se puede medir eso?
¿No se puede cuantificar? Y lo que yo aporte al estado ¿no cuenta? ¿La
estabilidad de mi familia no cuenta, el futuro de mis hijos tampoco? ¿Es
sacrificio, las penas y el dolor de mi esposa y de mi madre no cuenta? Mientras
que sobran los ejemplos de casos en las altas esferas, que si han traicionado a
la patria, que si le han hecho daño a la economía del país y a la sociedad, no
caen, o salen impunes o le dan tratamientos diferenciados (como son el caso de
Carlos Lage, Roberto Robaina y muchos otros foros sólo citar ejemplos) ¿por qué
esta diferencia de una sociedad que dice ser justa y humana? Es cómo vivir una
pesadilla o más bien despertar de un sueño y ver la dura realidad en que hemos
vivido tanto tiempo engañados.
Acaban, al no darme
indulto, de reconocer aunque lo sigan negando que me tienen preso por su
política absurda, y que no les interesan los sentimientos humanos, que sólo soy
un conejillo de Indias o como medida ejemplarizante para sembrar el miedo (su
principal arma) y el terror en la industria del níquel, donde laboré y aporte
tanto al país; y sólo tapan su juego sucio en las altas esferas.
Por tales motivos y
ante las violaciones de los derechos humanos que atentan contra mi persona y mi
familia, acudo a ustedes para solicitar su ayuda, mi nombre es Rodolfo Manuel
regalado Batista, soy natural de Palma Soriano, Santiago de Cuba. Hijo de
Rodolfo y María, con C.I. 73032005021, de 42 años de edad y vecino de calle 1ª
#92a, Reparto Joselillo, Moa, Holguín, casado y con cuatro (4) hijos menores de
edad.
Fui sancionado por la
causa 195/13 seguida por el delito de cohecho, trabajaba como especialista en
abastecimiento técnico material en la empresa mixta con Canadá, Moa níquel SA.
"Pedro Soto Alba". En el juicio no se pudo comprobar el delito que se
me imputaba, luego de estar dos años y 10 meses en espera de ser juzgado en
prisión, fui sancionado a cinco años de privación de libertad, tan sólo por
recibir una comisión de parte de un empresario canadiense, el cual fue
deportado del país: y goza de libertad, pues en su país no cuenta como delito
el regalar dinero. Pero el tribunal manifestó que yo era la imagen del pueblo
cubano ante el extranjero y no podía recibir ninguna dádiva o regalo de los
mismos, por lo que se orientó se fuera severo y riguroso conmigo en todo
momento.
En prisión por ser
primario real, con una sanción de cinco años, legalmente mi régimen era de
mínima severidad y debía ir directo a un campamento de trabajo con pases a casa
y sin embargo, llevo cuatro años y dos meses cumplidos, más seis meses por
rebaja de sanción, para un total de cuatro años y ocho meses, faltando me sólo
menos de cuatro meses para extinguir la sanción, me mantienen en un
destacamento con internos de mayor severidad y en condición de media severidad
sin derecho a nada, sin poder trabajar y ayudar económicamente en la
manutención de mis hijos.
Me siguen negando la
progresión a régimen de mínima severidad y al derecho a la libertad
condicional, se debió haber otorgado a los dos años y dos meses como plantea la
ley de procedimiento penal: pero por ser un caso especial contra la seguridad
del estado, llevo cumplir mi condena en éste centro junto con asesinos y
delincuentes comunes, sin tener en cuenta que aquí cada segundo mi vida o de
libertad peligran, al igual que el destino de mis hijos y esposa.
He realizado
reclamaciones al igual que mi familia a todos los niveles correspondientes
(delegación Provincial del MININT, departamento atención a la ciudadanía,
fiscalía general de la república, ministra de justicia, departamento nacional
de tratamiento educativo de 15 y K en la Habana, al obispado de Holguín, entre
otros) y no he recibido respuesta alguna a mis inquietudes, y a mi situación
legal.
Todo esto llama mucho
la atención, pues la licenciada Hortensia Bonachea Rodríguez, jefa de la
fiscalía general expresó textualmente el periódico Granma del sábado 8 de
diciembre de 2012 que "los internos tienen derecho a progresar de régimen,
a la rebaja de 60 días por año cumplido a la concesión de la libertad
condicional previstas en la ley y en el reglamento del sistema
penitenciario" manifestando que la fiscalía general de la república es la
principal gerente de esta actividad .. Esto salió bajo el título "sistema
penitenciario cubano, dignidad, igualdad y no discriminación de los derechos
humanos".
Hermanos cubanos, a
pesar de las múltiples cartas y reclamaciones enviadas a todos los niveles, no
he tenido ninguna respuesta y estoy extinguiendo mi sanción como si fuera un
asesino, un terrorista o como un preso político, sin derecho a nada. Les pido
me ayuden a reclamar estas violaciones, aunque ellos dicen que no están
violando la ley, que quizás estén siendo injustos con el tratamiento que me
están dando, pero que es una orientación que tienen, mientras, sólo recibo
silencio y mi familia sigue sufriendo mi ausencia.
Sin más y en espera de
su ayuda y atención
Rodolfo Manuel Regalado
Batista.
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