viernes, 12 de abril de 2019

¿Por qué teme la Inteligencia cubana liberar a Ernesto Borges Pérez?



Por: Ramón Zamora Rodríguez
Cumpliendo una larga y tortuosa condena en la prisión Combinado del Este en la Habana, Ernesto Borges Pérez deja irrefutables muestras de debilidad visual, necesita urgente intervención quirúrgica indicada por los especialistas en oftalmología, pero teme por sobradas razones a perder la vida en el acto quirúrgico, por las solapadas manos de la inteligencia al servicio de la dictadura castrista.
Prisionero Político Ernesto Borges Pérez
Borges Pérez cumplirá 21 años de prisión en estado crítico el próximo 17 de julio, y ya acumula un record de 9 enfermedades en su mayoría crónicas, adquiridas dentro de la prisión, a razón de las condiciones carcelarias y de los tratos crueles, inhumanos y degradantes a los que ha sido sometido en estas dos décadas de horrible cautiverio, plagado de metodologías de corte fascista a las que se resiste gracias a su inquebrantable fe en Dios y en su anhelo de libertad del pueblo cubano de emanciparse de una dictadura férrea y esclavista.
Su Historia Clínica muestra la indicación médica de permanecer en lugares con buena iluminación por la acelerada pérdida de visión que actualmente padece; los encargados de su encarcelamiento y refinamiento de sus torturas, los agentes de la inteligencia castro-comunista, los mismos que permiten en esta prisión dejar sin fluido eléctrico todo el penal de 7:00 am a 7:00 pm, dejando a Ernesto en las lastimeras penumbras carcelarias, son justamente quienes muestran un gran interés en que acepte con prontitud el acto quirúrgico, presentándose como mesías o salvadores, pero al no contar con las condiciones apropiadas para su recuperación, lógicamente ni Ernesto o sus familiares dan su aprobación, ante lo que puede evidenciar un posible accidente quirúrgico o postquirúrgico, que sin dudas, le podrá costar su valiosa vida.
Ernesto Borges Pérez, para quienes aun no le conocen, fue Capitán en el Departamento 1 de Contraespionaje y Juegos Operativos de la Dirección General de la Contrainteligencia al servicio de la dictadura castrista, obtuvo titulo de oro en la KGB en la antigua Unión Soviética, para luego ejercer como analista por el Departamento 1 de Contraespionaje y Juegos Operativos dentro de la Sección de Intereses de los Estados Unidos (SINA), es arrestado el 17 de julio de 1998 luego de descubrir la seguridad del estado que Ernesto pretendía hacer entrega a un funcionario de la inteligencia americana de la SINA, los archivos de 26 agentes cubanos en fase preparatoria, que ensayaban penetrar en Estados Unidos y países del mundo Democrático y miembros de la OTAN, entre otras informaciones secretas de relevancia, o sea, intentó denunciar los planes macabros que tejían la inteligencia castrista de penetrar espías en territorios de alto interés internacional, esta acción no se pudo ejecutar, al no tener contacto con el funcionario de inteligencia, Ernesto deja caer la información en el umbral de la casa del funcionario, pero la información es ocupada por la Sección Operativa de la Seguridad del Estado, al siguiente día, Ernesto fue arrestado en su trabajo.
 El 14 de enero de 1999 le fue conmutada la pena de muerte por la de 30 años; desde el mismo 17 de julio de 1998 la vida de este valiente se convirtió en una horrorosa pesadilla, las incontables veces que ha permanecido por largos períodos en celdas de castigo y aislamiento, en sus primeros 10 años de prisión permaneció en celdas de aislamiento prácticamente a oscuras, tapiada, con poca ventilación y en solitario; el continuo tiempo en el corredor de la muerte, marcan momentos en el que la mente y cuerpo quedan hastiados de tantos escenarios de torturas, crimen y horror, que solo dejan espacios para un cuerpo que languidece, ante un marcado número de patologías que hoy pretenden segarle la vida y cargar de dolor los corazones fisurados de sus familiares, que esperan con impaciencia que el desalmado aparato castrista le otorgue la libertad, que de acuerdo a las propias leyes cubanas a razón de derechos, ya hace 13 años que debería estar en libertad condicional, violando sus propias leyes al no otorgársele en el tiempo establecido (la tercera parte de la sanción).
En la tediosa espera por la libertad de este patriota, la madre y el padre cada día muestran un deteriorado estado de salud por el innegable sufrimiento; la madre, Santa Ivonne Pérez Díaz, de 72 años, muy enferma con hepatitis C, que motivó una Cirrosis Hepática producto de un mal manejo en el sistema de Salud Pública, teme cada día no cumplir el sueño de darle el abrazo tierno en libertad a su amado hijo; el padre, Raúl Borges Álvarez de 79 años, quien fue operado a corazón abierto y sufre de otras afecciones, que no todos tolerarían al sumar el terrible dolor de tener a su hijo enfermo por tantos años, y contar con la impotencia que transmite una dictadura cargada de oprobios.
Raúl Borges Álvarez
Raúl Borges, fundó y preside el Partido por la Unidad Democrática Cristiana de Cuba y es Miembro del Comité de Coordinadores del Foro por los Derechos y Libertades, desde el principio del encarcelamiento de su hijo Ernesto, ha permanecido inclaudicable dentro de la lucha constante pero pacífica junto a la oposición civilista cubana, víctima de golpizas, barbaros atropellos y tediosos asedios, tan solo por clamar por la libertad de su hijo enfermo por los maltratos carcelarios.
La pregunta que todos se formulan es la que sigue ¿Por qué teme tanto la Dirección Política del país y la Inteligencia cubana, liberar a Ernesto Borges Pérez después de transcurridas dos décadas de los hechos? Y además ¿Por qué pretende dejarlo ciego o segarle la vida? Teniendo en cuenta el ensañamiento marcado e inadmisible del régimen contra este prisionero, que por alguna razón de inteligencia, todo indica que pretenden silenciarlo para siempre.
Raúl Borges, el padre de Ernesto, así como todos aquellos que luchamos por la emancipación de nuestro esclavizado pueblo cubano, hacemos un llamado al Departamento de Estado de los Estados Unidos, al consejero John Bolton de Seguridad Nacional, al Secretario de Estado Mike Pompeo, para que intervengan ante las autoridades cubanas en la liberación de este prisionero, que en su accionar, evitó que en territorio norteamericano, el pueblo de los Estados Unidos fuera afectado por los espías cubanos.
A los activistas de derechos humanos de las organizaciones opositoras del país y del exilio, los instamos a que se pronuncien sobre este caso que es un ejemplo de crimen de lesa humanidad, que ha permanecido durante dos décadas en celda de aislamiento en condiciones crueles y degradantes.      
Clamamos por la solidaridad y apoyo de todos los periodistas independientes nacionales e internacionales, para mantener una campaña mediática a favor de la necesaria libertad de este patriota, que deja muestras de perder su visión dentro de las mazmorras castristas o de perder su vida.


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