Prisionero político holguinero y su familia bajo amenaza de la Seguridad del Estado.

Por. Ramón Zamora Rodríguez.

No basta para el régimen las altas condenas a manifestantes del 11J en los juicios (más bien linchamientos) ni las vejaciones y tratos crueles, inhumanos y degradantes a los que fueron y aún son sometidos, igual tienen que cursar por los escabrosos senderos de las constantes presiones psicológicas para quebrantar toda voluntad, toda rebeldía al régimen, todo ánimo de denuncia por las arbitrariedades carcelarias. Y en esta historia real de terror ya vivida por otros, entra el prisionero político holguinero Yoirdan Revolta Leyva quien fue amenazado por oficiales directivos de la Prisión El Yayal (Cuba Sí) y por la Seguridad del Estado, que si denunciaba algo, lo más mínimo, le sería suspendido el derecho al teléfono y su madre Annia Leyva sería expulsada de su trabajo, además que él pagaría bien caro por hacer denuncias a periodistas independientes.

Yoirdan Revolta tiene una injusta y arbitraria sanción de 10 años por sedición, enfermo con una úlcera duodenal crónica por helicobacter pylori sin la debida atención médica y pretenden que mantenga 10 años de silencio y sometimiento a razón de amenazas contra él y su familia, ahora el G2 ordenó a la dirección de esa Prisión que las llamadas que realice a sus familiares sea bajo la presencia de un carcelero, violando toda intimidad.

Las sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos por el régimen Castrista que sí llegan a viva voz a la ONU y sus cortes y comisiones por las denuncias cargadas de lamentos ante el poco o nulo respeto que hace el régimen a los Pactos Internacionales de los Derechos Humanos y que quedan solo en pronunciamientos, nada de medidas o acciones, le muestran a la dictadura impunidad para hacer lo que quieran con el pueblo cubano, solo existe un tribunal supremo capaz de acabar con tantas violaciones y desgracias a sus vidas y derechos, el pueblo.

¡Basta de hipocresía! Al pueblo cubano todos saben bien que no es con pronunciamientos, comida o medicina con lo que se ayuda. ¡Aupadores farsantes!