Predominan el racismo y el maltrato dentro de las cárceles y presidios del castrismo

Por. Ramón Zamora Rodríguez.

Dos reclusos de la raza negra en la Prisión Nieves Morejón en la Provincia Sancti Spiritus, se quejan ante el racismo, los atropellos y la falta de atención que impera en la población penal de esta Prisión, en la que Pedro Mollinero Curbí de 61 años de edad, manifestó a la dirección de la prisión la necesidad que cuando el igual recluso Roberto Cantero Arrechea, quien tiene una colostomía se cambiara el colector, se hiciera en el puesto médico de la prisión, a razón de la fetidez horrible que se expande por todo el destacamento y ante el temor del riesgo biológico ante la deficiente higiene de la colostomía y la escasa ventilación en el penal, el resto de los reclusos apoyaron unánimemente esta queja, que solo fue atendida 8 días, y ante las reiteradas quejas de Pedro Mollinero por la insoportable situación, fue enviado a la compañía donde se encuentran los reclusos con COVID-19, con el pretexto que el PCR mostró alteraciones, algo que manifiestan los reclusos es frecuente, pues los PCR no sirven.

Pedro se negó a inocularse las llamadas vacunas cubanas y por esto le fueron suspendidas dos visitas familiares y le manifestaron los directivos de la prisión, que de "negros asquerosos y quejones" ellos saben como salir rápido de ellos, y que si no se contagia y se "jode" con COVID-19, le harán la vida un yogurt.

Ahora del Destacamento 3 de mayores donde Mollinero se encontraba, fue enviado al Destacamento 1 donde los reclusos jóvenes y los mismos carceleros son empujados a lastimarlo y humillarlo y le niegan hasta la atención médica ante sus dolencias, manifestándole que no hay nada para negros que se quejan por todo.

Esta acción represiva contra los reclusos que se quejan por los problemas que enfrentan dentro de las prisiones, se repite en todas las cárceles y presidios del régimen en todo el país, donde la alimentación, atención médica, el maltrato físico y las torturas psicológicas, son el plato del día que marcan los continuos crímenes de lesa humanidad dentro de las mazmorras castristas, y donde la complicidad internacional con el régimen hace de la vista gorda y sede asiento a una dictadura que se impone por la fuerza y la coacción, acostumbrada a violar los derechos elementales de cada cubano sin prácticamente ninguna consecuencia que les ponga frenos a sus barbaries.