Por: Mailín Ricardo
Góngora
Evidentemente Cuba se encuentra en el pináculo de los países de mayor
represión política y social en
el mundo, sin importarles cuantos acuerdos suscriban con los países democráticos, el índice de
golpizas, arrestos arbitrarios, encarcelamientos, registros a toda hora y en
todo lugar, asedio y hostigamiento, cada día va en aumento
de forma alarmante.
Antes obraban de forma solapada, pues temían la censura
del Gobierno de los Estados Unidos, la Unión Europea y
organizaciones defensoras de Derechos Humanos, pero hoy tras fraternales
abrazos entre las partes, los que cual espaldarazo le permiten más libertad al
gobierno dictatorial cubano para hacer lo que les venga en ganas con total
desfachatez e impunidad y les importa poco las denuncias de violaciones de
Derechos Humanos por otros países ante la ONU.
Con el fallecimiento del dictador Fidel Castro, todos
los opositores al régimen castrista,
entre los que se encuentran obreros, periodistas independientes, comunicadores
comunitarios, abogados independientes, blogueros, graffiteros, Damas de Blanco
e intelectuales que manifestaron de una u otra forma su libre criterio,
contrario a la parafernalia propagandística del
gobierno en honor al fallecido tirano, fueron amenazados en sus hogares,
arbitrariamente arrestados y algunos encarcelados.
En la oriental provincia de Holguín, en el
municipio homónimo, muchos
sufrieron las descargas de la ira vengativa por manifestar criterios que no
fueran favorables a la imagen de luto absoluto de los cubanos, que pretendió venderle al
mundo la propaganda oficialista tras gastar varios millones, donde no se pudo
celebrar ni un cumpleaños o felicitar a
quien fuera por lo que fuera, so pena de terribles castigos.
Una de las tantas víctimas de tales
embestidas, fue el bloguero y periodista independiente Ramón Zamora Rodríguez, quien
publicó el poema
titulado "Presidente animal" de su autoría. Por tal razón el miércoles 14 de
diciembre fue arrestado arbitrariamente dentro de su vivienda por efectivos de
la policía y agentes de
la seguridad del estado vestidos de civil, quienes lo condujeron en un auto
patrullero a la Unidad "El anillo" ubicada en la intersección de calle Martí y Narciso López, en el
centro de la ciudad holguinera, donde fue encerrado en los desatendidos y
malolientes calabozos de la referida estación policial, bajo
el espurio cargo de "Desorden público".
Ya el pasado 24 de octubre habían arremetido
contra él, realizando
varios agentes represores un minucioso registro en su vivienda, encabezados por
el oficial del DSE “Evelio”, quien ha
dirigido la mayoría de las
acciones de diversa naturaleza en contra suya y de su familia, robándole su computadora,
cámara digital, y
un largo etcétera,
propiedades éstas que no han
sido devueltas y que a la fecha ya no lo serán, además del registro,
fue arrestado desde el referido 24 al 27 de octubre donde igual que en esta
ocasión y en las
anteriores permaneció en total huelga
de hambre y sed como protesta ante la injusticia y el saqueo.
Es evidente que el aparato de inteligencia cubano al
estilo de la Gestapo, busca las formas y modos de privar de los medios
necesarios, a cualquier persona que denuncie ante el mundo las innumerables
violaciones de derechos humanos que diariamente ocurren en Cuba, y es que a
pesar de los millones de dólares que han
gastado y gastan en propaganda en estos 58 años de dictadura,
no están seguros.
Aunque tienen en su poder todos los medios de información, saben bien
que sus mentiras no han encontrado
arraigo en la inmensa mayoría del pueblo.
En esta
oportunidad los represores del totalitarismo castrista, se personaron en su
vivienda para amenazarlo de que cualquier actividad realizada por él o integrantes
de su grupo sería impedida con
acciones drásticas y que no
podía salir de su
hogar hasta el día 2 de enero,
amenaza esta que se haría realidad con
su arresto, en franca violación de las propias
leyes de la dictadura y del debido proceso, pues como se le informó a la familia,
fue arrestado por la publicación de su sucio y
ridículo poema según las palabras
de sus captores, y que está en su blog “Lágrimas de Cuba”. tambien
durante su detención sus captores
le manifestaron que siguiera en lo de él, que ellos
eliminaban a todo y a todos los que les molestara, amenazandole una vez mas de
muerte.
Lo paradójico y risible
de la situación en Cuba y su
anterior dictador Fidel Castro, es que este y los otros atacantes se salvaron
en el Moncada cuando Pedro Sarria Tartabull, un oficial de la dictadura que
ellos combatían con armas de
fuego, le dijo a su tropa: “No disparen que
las ideas no se matan”, hoy ellos no
se cansan de perseguir, encarcelar, torturar, exiliar y asesinar o desaparecer
a aquellos que se les enfrentan, enarbolando las ideas que son sus únicas armas, y
esos atropellos los aplaude el mundo y
les mira con beneplácito.
Porque lo que
les interesa hoy día es el negocio
que puedan hacer con las riquezas del pueblo Cubano, invertir y permitir que la
familia Castro se retire del poder en paz, si es que se retiran y con los
bolsillos forrados en oro, mientras la patria sufre lo indecible, amordazada,
atada de pies y manos, viendo cómo sus hijos se
tienen que marchar para que no los maten por pensar diferente o mueran de
hambre porque sus salarios no alcanzan para nada o sean encarcelados por sus
ideas libertarias. Viendo además cómo el dictador y
sus lacayos se enseñorean sobre los
indefensos, pusilánimes o sobre
aquellos que olvidándose de todo,
arriesgan hasta sus propias vidas para convertirse en voz del callado y
temeroso, en vista y luz del ciego, en motor impulsor del vacilante, en faro
del perdido.
Pero
conscientes de que cualquier sacrificio por el bien de la patria es soportable
y que las cadenas, la opresión e ignominia
que hoy laceran nuestras libertades tienen un cercano fin. ¡Ay de aquellos
tiranos y secuaces que temen hasta de las estrofas de un poema!, que
diremos pues cuando no puedan engañar y embaucar
con sus mentiras a mi pueblo y este se desborde en masa, reivindicando sus
derechos escamoteados. La libertad y la paz están cercanas, ¡eso nadie lo
dude!.
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