Ramiro Hernández Cruz | Prisión Provincial de Holguín | 5. Julio. 2015
En el día de hoy 4 de
julio en el horario de las 3:00am, en la Prisión Provincial ubicada en
Carretera Central vía Bayamo Km 777, muere el recluso Alejandro Góngora, que se
encontraba en el puesto médico en observación por un dolor en el pecho, y como
no recibía la atención requerida, Alejandro ingirió una cantidad de
sicofármacos que resolvió por sus medios en el mismo puesto médico, y por los
efectos de estos fármacos lo sacaron para el área de espera, con la intención
de remitirlo al hospital, fue tan prolongada la espera para la remisión, que la
potencia de los sicofármacos terminaron con su cautiva vida por un infarto en
el corazón.
El recluso Alejandro García
era homosexual, y por esta razón no recibió el mejor trato, por ser
discriminado como homosexual y como preso, muy característico en las prisiones
cubanas, por el poco o nulo valor que tienen los reclusos para las
instituciones gubernamentales, en especial, el MININT.
¿Cómo es posible que un
paciente lleve casi 72 horas en un puesto médico sin la debida atención, y allí
mismo obtenga una considerable cantidad de sicofármacos? Esto muestra la irresponsabilidad
y falta de profesionalismo con la que trabajan, y la poca importancia y
desprecio a seres humanos, por el hecho de ser sancionados a prisión, ¿Por qué
vía obtuvo estos medicamentos? Puede ser que de las manos de otros reos
inconscientes que no valoran la acción que realizan, pero la mayor
responsabilidad es de los enfermeros y guardias que no controlan las funciones
de ellos de velar que los pacientes se tomen el medicamento indicado, que
muchas veces se le indica a quienes no lo necesitan, y quienes lo requieren en
verdad, no le son indicados o de lo contrario están en falta, ¿Cómo es posible
que los mismos reclusos le digan al médico, -Indíqueme tal medicamento – y este
realiza el pedido del preso, cuando debe ser lo que el médico o especialista
entiendan que deben indicar por su
criterio profesional? Lo que muestra la falta de ética del personal de
la salud, pues muchos reos piden medicamentos para vender y no para problemas
de salud, esto es un medio de supervivencia que utilizan los reclusos por la
necesidad que pasan en la prisión, originada por el mal trato que reciben de
sus carceleros y del gobierno en general, la necesidad obliga a buscar medios y
métodos de vida, aún en contra de los mismos que comparten su suerte.
Para comprender tal
situación, hay que sentarse en la realidad, estar aquí, vivir lo que vivimos
aquí, pues verdaderamente somos víctimas de un sistema que solo genera el
descontento en la población penal y teniendo en cuenta además, que los que
están en las calles supuestamente libres y sin condenas penales, son victimas
pacificas de este gobierno cada día más ajeno a los problemas y dolores del
pueblo cubano en general. Prisionero o en la calle, en Cuba, sigues igual sin
derechos de nada.
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