jueves, 24 de octubre de 2013

Cuba, potencia médica.

Por: Ramón Zamora Rodríguez. Mientras se alistan miles de médicos de medicina general integral, para partir a mostrar “caridades” junto a otros tantos de diferentes especialidades, quienes son enviados a otros países como colaboradores, el pueblo sufre en el Hospital Lenin de Holguín, la carencia de profesionales en las diversas especialidades que allí se prestan “como por misericordia”, los cuerpos de guardia se encuentran en indiscutible hacinamiento de pacientes que además de sus dolores, sufren la molestia de contar con uno o dos residentes y un especialista que casi nunca se deja ver. Raramente un grupo básico de trabajo o (G. B. T) como aquí le abrevian, cuentan con tres residentes y un especialista, quienes no cuentan con una base solida para emitir un diagnóstico preciso de sus pacientes, por la marcada carencia de materiales de laboratorio y de radiología. Lo lamentable es que todos alimentan el deseo de salir por lo menos dos años, con el ánimo de poder hacer y lograr lo que jamás con su salario pudieran obtener en Cuba. Luego puede tildarse de triste y de gran falta de respeto a los profesionales del hospital Lenin de Holguín, donde el comedor para los médicos tiene tallado en madera y muy visible la palabra “RESTAURANTE” lo que deja una impresión de que se les ofertan gustosos platos, pero la decepcionante y cruda verdad es que allí lo que comen, casi nunca vale la pena ni mirar, al no ser que venga alguna visita o se le ocurra a la televisión publicar un poco de mentiras. El hecho de que Cuba tenga buenos médicos, no justifica las ínfulas de los castros de que somos una potencia médica, verdad absoluta esta que solo disfrutan otros países, excepto el pueblo del país de las “maravillas”.

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