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domingo, 24 de mayo de 2020
El brote de rabia en Holguín deja ya tres muertos
lunes, 18 de mayo de 2020
miércoles, 13 de mayo de 2020
Aumentan las multas y la represión sobre cuentapropistas holguineros
Por. Ramón Zamora Rodríguez.
Se convierte en una fehaciente realidad, el nuevo lema de "A falta de Remesas, Multas por cabezas" así se está manifestando el pueblo ante las constantes quejas de muchos por la cantidad de multas que entre inspectores y policías le están aplicando al pueblo, en muchos casos, arbitrarias y por imponerse ante personas que hicieron valer sus reclamos, defenderse verbalmente ante acciones que son impuestas por policías y funcionarios de inspección por puro capricho, por demostrar fuerza ante el pueblo.
Así ocurrió hoy en el horario de la 10:26 de la mañana en la Placita de Pueblo Nuevo, donde se apilaban más de 700 personas para comprar un paquete de detergente y uno de pollo, cuando funcionarios del Departamento de Inspección le ordenaron al Trabajador patentado Julio César Góngora Vallejo, quien se desempeña en la reparación y llenado de Fosforeras que se retirara del lugar, César Góngora manifestó a la inspectora de la DIS Leticia Basulto Rojas, que esa es su área de trabajo y que nunca le ha molestado a nadie, que si tiene que irse, como logra hacer el sustento del día para su familia, la inspectora Llamó a un policía y a Manuel Chang quien es Jefe de Grupo de la DIS, y cambió la versión manifestando un desacato por parte del cuentapropista Julio César, gran cantidad del pueblo espectador, comenzó a manifestarse en favor del trabajador privado, aun así, la desalmada inspectora Leticia, obligada a exprimir al pueblo con multas, le aplicó 1000 pesos a quien llora de miseria por 10 pesos.
Al reclamo de Julio César y del pueblo espectador a tan infame injusticia, y estos invocando las palabras del dictador Diaz-Canel sobre evaluar las condiciones y características de las personas antes de aplicar las multas, el Jefe de Inspectores Manuel Chang, públicamente manifestó que a él no le importa lo que diga Díaz-Canel, dando a entender que el puesto a dedo no es su presidente, y demostrando además este funcionario de la DIS que no tiene piedad ante el clamor del pueblo, pues el trabajador cuentapropista Julio César quien sufre de epilepsia, tiene que sustentar a su anciana y enferma madre y a su esposa que está postrada.
Así están las cosas acá en Holguín la ciudad de los parques, cada día el régimen se ocupa de sacar del pueblo su poderío económico esclavizando y tiranizando al pueblo, que gime ante las continuas injusticias, al hambre y el desabastecimiento, evidentemente por algún lugar le tiene que entrar el agua al coco, por tanto, ya que el turismo y la prostitución, no están generando sustanciales ganancias, por multas excesivas, difíciles de pagar, el régimen procura mantener su desgracia comunista, y no existe un solo pañuelo gubernamental que tenga la dignidad de secar las gruesas lágrimas del trabajador patentado Julio César Góngora Vallejo ¿Imperará la justicia y le será retirada la abusiva multa a Julio, o predominará la injusticia y el abuso al pueblo?
Se convierte en una fehaciente realidad, el nuevo lema de "A falta de Remesas, Multas por cabezas" así se está manifestando el pueblo ante las constantes quejas de muchos por la cantidad de multas que entre inspectores y policías le están aplicando al pueblo, en muchos casos, arbitrarias y por imponerse ante personas que hicieron valer sus reclamos, defenderse verbalmente ante acciones que son impuestas por policías y funcionarios de inspección por puro capricho, por demostrar fuerza ante el pueblo.
Así ocurrió hoy en el horario de la 10:26 de la mañana en la Placita de Pueblo Nuevo, donde se apilaban más de 700 personas para comprar un paquete de detergente y uno de pollo, cuando funcionarios del Departamento de Inspección le ordenaron al Trabajador patentado Julio César Góngora Vallejo, quien se desempeña en la reparación y llenado de Fosforeras que se retirara del lugar, César Góngora manifestó a la inspectora de la DIS Leticia Basulto Rojas, que esa es su área de trabajo y que nunca le ha molestado a nadie, que si tiene que irse, como logra hacer el sustento del día para su familia, la inspectora Llamó a un policía y a Manuel Chang quien es Jefe de Grupo de la DIS, y cambió la versión manifestando un desacato por parte del cuentapropista Julio César, gran cantidad del pueblo espectador, comenzó a manifestarse en favor del trabajador privado, aun así, la desalmada inspectora Leticia, obligada a exprimir al pueblo con multas, le aplicó 1000 pesos a quien llora de miseria por 10 pesos.
Al reclamo de Julio César y del pueblo espectador a tan infame injusticia, y estos invocando las palabras del dictador Diaz-Canel sobre evaluar las condiciones y características de las personas antes de aplicar las multas, el Jefe de Inspectores Manuel Chang, públicamente manifestó que a él no le importa lo que diga Díaz-Canel, dando a entender que el puesto a dedo no es su presidente, y demostrando además este funcionario de la DIS que no tiene piedad ante el clamor del pueblo, pues el trabajador cuentapropista Julio César quien sufre de epilepsia, tiene que sustentar a su anciana y enferma madre y a su esposa que está postrada.
Así están las cosas acá en Holguín la ciudad de los parques, cada día el régimen se ocupa de sacar del pueblo su poderío económico esclavizando y tiranizando al pueblo, que gime ante las continuas injusticias, al hambre y el desabastecimiento, evidentemente por algún lugar le tiene que entrar el agua al coco, por tanto, ya que el turismo y la prostitución, no están generando sustanciales ganancias, por multas excesivas, difíciles de pagar, el régimen procura mantener su desgracia comunista, y no existe un solo pañuelo gubernamental que tenga la dignidad de secar las gruesas lágrimas del trabajador patentado Julio César Góngora Vallejo ¿Imperará la justicia y le será retirada la abusiva multa a Julio, o predominará la injusticia y el abuso al pueblo?
miércoles, 6 de mayo de 2020
Ladrones uniformados
Por. Ramón Zamora Rodríguez.
En el día de hoy, miércoles 6 de mayo de 2020, fuerzas mancomunadas de la Policía represora y los igual represores agentes de la Seguridad del Estado comunista de Cuba, me arrestaron en el horario de las 9:47 am luego después de recibir 388, 35 CUC en la Western Unión, destinados por integrantes del exilio cubano en los Estados Unidos a ayudas sociales por el trauma que hoy enfrentan muchas familias cubanas por el COVID-19.
Manifestaron los integrantes de la ladrona dictadura castrista, que ocupaban ese dinero, "porque es dinero sucio, manchado con muertes", cuando ya el pueblo cubano cuenta con imprecisas cifras de muertos por el permiso gubernamental del COVID dentro de la isla, por dos millones setecientos mil euros, por el paso de los tripulantes infestados del barco que todos conocemos, más la mantención del turismo en la isla luego de la alerta de la Organización Mundial de la Salud, acá está la disyuntiva, ¿Quien tiene dinero sucio de muertes, el que cobró por el paso de la muerte por su país o al que le envían el dinero para ayudar a desesperados grupos de personas que gimen por falta de sustento y ayuda gubernamental, ante el riesgo biológico que ahora impera?
Estos repetidos actos a todo lo largo de la isla contra opositores a la mentira comunista, solo muestran una sola visión, que el envío de remesas por la Western Unión, solo sirve de pilar al sustento de la dictadura castrista y una forma más de reprimir al pueblo, dando a entender que los más beneficiados son los receptores de las remesas, cuando evidentemente se sabe que es la dictadura quien se beneficia y se sustenta con esas remesas, además de monitorizar cada envío, desde las mismas oficinas de la Western, donde el régimen decide a quien se le entrega, a quien se le restringe o a quien robárselas.
Luego de endilgarles un grupo de atrocidades a los emisores del envío humanitario, algo común de los represores para mostrarse como los buenos y justificar sus desfachateces, fui conducido a un espacio similar a un salón donde estuve esperando no se sabe qué cosa, imaginé que me encerrarían por quien sabe qué tiempo en una de las celdas tapiadas del lugar, pero unas horas después, me retornaron a la anterior oficina, me hicieron un acta de advertencia no sé por qué, pero que igual nunca entregan copia, y me liberaron en el horario de las 5:19pm donde tuve que caminar 7 kilómetros a pie, hasta mi casa, porque en estos tiempos no hay transporte para esos lugares.
Muy dramático todo para unos, pero sufrir tanta desgracia por las acciones del régimen impuesto por Raul-Canel y los Cuarenta Ladrones, resulta traumático y muy enfermizo, al ver con la impunidad que saquean al pueblo y por desgracia, no existe lugar dentro del país, que sea independiente a los tentáculos de la dictadura, en el que el pueblo pueda reclamar tantos atropellos.
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Ramón Zamora Rodríguez |
Manifestaron los integrantes de la ladrona dictadura castrista, que ocupaban ese dinero, "porque es dinero sucio, manchado con muertes", cuando ya el pueblo cubano cuenta con imprecisas cifras de muertos por el permiso gubernamental del COVID dentro de la isla, por dos millones setecientos mil euros, por el paso de los tripulantes infestados del barco que todos conocemos, más la mantención del turismo en la isla luego de la alerta de la Organización Mundial de la Salud, acá está la disyuntiva, ¿Quien tiene dinero sucio de muertes, el que cobró por el paso de la muerte por su país o al que le envían el dinero para ayudar a desesperados grupos de personas que gimen por falta de sustento y ayuda gubernamental, ante el riesgo biológico que ahora impera?
Estos repetidos actos a todo lo largo de la isla contra opositores a la mentira comunista, solo muestran una sola visión, que el envío de remesas por la Western Unión, solo sirve de pilar al sustento de la dictadura castrista y una forma más de reprimir al pueblo, dando a entender que los más beneficiados son los receptores de las remesas, cuando evidentemente se sabe que es la dictadura quien se beneficia y se sustenta con esas remesas, además de monitorizar cada envío, desde las mismas oficinas de la Western, donde el régimen decide a quien se le entrega, a quien se le restringe o a quien robárselas.
Luego de endilgarles un grupo de atrocidades a los emisores del envío humanitario, algo común de los represores para mostrarse como los buenos y justificar sus desfachateces, fui conducido a un espacio similar a un salón donde estuve esperando no se sabe qué cosa, imaginé que me encerrarían por quien sabe qué tiempo en una de las celdas tapiadas del lugar, pero unas horas después, me retornaron a la anterior oficina, me hicieron un acta de advertencia no sé por qué, pero que igual nunca entregan copia, y me liberaron en el horario de las 5:19pm donde tuve que caminar 7 kilómetros a pie, hasta mi casa, porque en estos tiempos no hay transporte para esos lugares.
Muy dramático todo para unos, pero sufrir tanta desgracia por las acciones del régimen impuesto por Raul-Canel y los Cuarenta Ladrones, resulta traumático y muy enfermizo, al ver con la impunidad que saquean al pueblo y por desgracia, no existe lugar dentro del país, que sea independiente a los tentáculos de la dictadura, en el que el pueblo pueda reclamar tantos atropellos.
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